La justicia condenó a un cirujano a indemnizar a una mujer que le realizó un implante mamario defectuoso. Después de la operación, la mujer perdió sensibilidad en la piel y quedó con cicatrices.
La mala praxis médica constituye un hecho pasible de ser indemnizado, como en este caso.
Una mujer demandó al cirujano que le realizó un implante mamario que resultó en un desastre, dado que la paciente perdió sensibilidad, además de que las cicatrices que le quedaron fueron desmedidas. Por estos motivos, los jueces decidieron que debía ser indemnizada.
Analizando la prueba pericial la jueza concluyó que había existido una “mala práctica” de parte del profesional demandado.
La responsabilidad del médico de cirugía estética radica en que el paciente espera un resultado, puesto que de no prometerse un resultado feliz al paciente, éste no se sometería al tratamiento u operación, ya que se está en presencia de una cirugía estética estrictamente ‘plástica’ que únicamente tienden a embellecer al paciente -como en en este caso.
El perito médico de juicio, refirió que la práctica llevada a cabo por el cirujano demandado no fue la adecuada; que los trastornos de sensibilidad que presenta la paciente son secuelares al compromiso de las terminaciones nerviosas como consecuencia de las complicaciones post-quirúrgicas”.
“Que frente a las complicaciones postoperatorias la prioridad hubiera sido la extracción de las prótesis, esperar un tiempo prudencial para evaluar la evolución favorable de los tejidos, para luego recién reintervenir; que ante la presencia de infección como presentó la paciente, se debe extraer la prótesis y combatir la misma hasta que se restablezcan los tejidos, sin que se reesterilice; que para volver a operar para un nuevo implante se debe esperar, como mínimo, seis meses para observar la evolución local”.
Si sospechas que sufriste una maña praxis, comunícate con nosotros, para asesorarte.
Una mujer demandó al cirujano que le realizó un implante mamario que resultó en un desastre, dado que la paciente perdió sensibilidad, además de que las cicatrices que le quedaron fueron desmedidas. Por estos motivos, los jueces decidieron que debía ser indemnizada.
Analizando la prueba pericial la jueza concluyó que había existido una “mala práctica” de parte del profesional demandado.
La responsabilidad del médico de cirugía estética radica en que el paciente espera un resultado, puesto que de no prometerse un resultado feliz al paciente, éste no se sometería al tratamiento u operación, ya que se está en presencia de una cirugía estética estrictamente ‘plástica’ que únicamente tienden a embellecer al paciente -como en en este caso.
El perito médico de juicio, refirió que la práctica llevada a cabo por el cirujano demandado no fue la adecuada; que los trastornos de sensibilidad que presenta la paciente son secuelares al compromiso de las terminaciones nerviosas como consecuencia de las complicaciones post-quirúrgicas”.
“Que frente a las complicaciones postoperatorias la prioridad hubiera sido la extracción de las prótesis, esperar un tiempo prudencial para evaluar la evolución favorable de los tejidos, para luego recién reintervenir; que ante la presencia de infección como presentó la paciente, se debe extraer la prótesis y combatir la misma hasta que se restablezcan los tejidos, sin que se reesterilice; que para volver a operar para un nuevo implante se debe esperar, como mínimo, seis meses para observar la evolución local”.
Si sospechas que sufriste una maña praxis, comunícate con nosotros, para asesorarte.